lunes, 26 de marzo de 2018

VÍA DOLOROSA. MÚSICA SACRA PARA ACOMPAÑAR LA SEMANA SANTA

Conforme avanzan los siglos el sentimiento religioso abandona los rígidos esquemas formales de la música religiosa y el compositor como individuo comienza a expresar su propia espiritualidad mediante obras formalmente seculares en las que, sin embargo, vuelca las inquietudes, las angustias y las dudas que le provoca un mundo donde Dios está cada vez menos presente.

La intimidad de la música de cámara es el ámbito más idóneo para expresar el dolor de la existencia, el espacio sonoro en que la voz del compositor se vuelve más personal, donde puede gritar o susurrar, reír o llorar, soñar o lamentarse, sin levantar la voz más allá del pequeño grupo de intérpretes.

Schnittke y Tchaikovsky se acomodan bien el uno con el otro. Schnittke desarrolla en su Trío un doloroso homenaje a la tradición clásica que forjó su infancia, ecos de un clasicismo vienés, definitivamente enterrado tras la II Guerra Mundial, que marcó siempre sus gustos. Mientras que Tchaikovsky, en su romanticismo tardío, escribe el suyo como fúnebre homenaje a un amigo y crea una obra con un profundo ‘pathos’ espiritual.

Programa:

VÍA DOLOROSA

Alfred Schnittke (1936-1998)
Trío con piano

Piotr Illich Tchaikovsky (1840-1893)
Trío con piano en La menor Op. 50

Violín: Aaron Lee
Cello: Ángel Luis Quintana
Piano: Miguel Ángel Castro

Entrada libre hasta completar aforo

27 y 28 de marzo, a las 19:30 h. Centro Centro. Plaza de Cibeles, 1. Madrid.

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