El violonchelo se ha esforzado por hallar una voz propia en la colectividad de los instrumentos modernos. Surgido en el seno de la familia del violín (y no de la viola da gamba, como su fisionomía haría creer), durante el Barroco ocupó una función central como bajo continuo, proporcionando sostén armónico a la música. Su temprana emancipación como solista facilitó su integración, primero en los salones nobiliarios y después en la sala de conciertos, para llegar a la exploración moderna de recursos tímbricos e idiomáticos. Esta es la historia que quiere contar este ciclo.
Beatriz Blanco, violonchelo
Federico Bosco, piano
Clara Schumann (1819-1896)
Tres romanzas Op. 22 (arreglo para violonchelo y piano)
Robert Schumann (1810-1856)
Cinco Piezas en estilo popular, para violonchelo y piano Op. 102
Johannes Brahms (1833-1897)
Sonata nº 2 en Fa mayor Op. 99
Beatriz Blanco toca un instrumento de Claude Pierray (1720) de su propiedad gracias a la ayuda de la Fundación August Pickhardt.
Entrada libre hasta completar aforo.
A las 12 h. Fundación Juan March. c/ Castelló 77. Madrid.
Programa: En el salón aristocrático
Beatriz Blanco, violonchelo
Federico Bosco, piano
Clara Schumann (1819-1896)
Tres romanzas Op. 22 (arreglo para violonchelo y piano)
Robert Schumann (1810-1856)
Cinco Piezas en estilo popular, para violonchelo y piano Op. 102
Johannes Brahms (1833-1897)
Sonata nº 2 en Fa mayor Op. 99
Beatriz Blanco toca un instrumento de Claude Pierray (1720) de su propiedad gracias a la ayuda de la Fundación August Pickhardt.
Entrada libre hasta completar aforo.
A las 12 h. Fundación Juan March. c/ Castelló 77. Madrid.
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