La obra de este artista nacido en Gunma, Japón, en 1976, examina un amplio rango de temas fundamentales en la configuración de la sociedad contemporánea, tales como las dinámicas de poder, el conflicto entre deber y deseo o los límites entre el ámbito de lo público y de lo privado, y a través de la elección de sus personajes, recrea situaciones de extrema tensión, en las que en ocasiones conviven lo cómico y lo cruel.
El espectador asiste incómodo a la manipulación a la que el artista somete a los personajes al provocar en ellos reacciones de alta carga emotiva. Con ellas revela la fragilidad de la psique humana cuando entran en conflicto los intereses individuales con los colectivos, y deja en evidencia las convenciones y prejuicios de la sociedad actual.
Entrada libre.
Hasta el 10 de marzo. Matadero. Plaza de Legazpi, 8. Madrid.
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