Escapada Fin de Semana: Real Cortijo de San Isidro y sus Bodegas.

El Real Cortijo es una pedanía que pertenece a Aranjuez y está situada dentro de su término municipal. El conjunto lo forman varias viviendas y dependencias junto a un amplio terreno de cultivo. Esta colonia fue un proyecto impulsado en el año 1766 por Carlos III como modelo de explotación agrícola de la época. Desde entonces empezaron a llegar los primeros colonos. El monarca puso en práctica un sistema que combinaba la industria agrícola propia de la etapa ilustrada con los deseos de utilización de los entornos naturales.

Con más de 530 fanegas de tierra, los ministros Grimaldi y Floridablanca fueron los precursores del Real Cortijo. De este Real Cortijo siguen en pie los edificios principales, la casa Grande, la Bodega, la Cueva, la Capilla y la Plaza del Pozo, siendo ésta la zona más concurrida del cortijo.

El conjunto arquitectónico fue levantado por Manuel Serrano, en la década 1770, y terminado por Manuel Oliva. Carlos III, como gobernante ilustrado, promovió reformas para crear un jardín y un cenador. Sin embargo, aunque se conservan los planos, no existen tales lugares ya que su hijo Carlos IV, descuidó el cortijo que cayó en decadencia.

La Iglesia que domina la obra estaba dedicada a San Isidro, patrón de Madrid, y fue consagrada en 1789. 

Durante su historia, el Cortijo de San Isidro ha ido sufriendo numerosas remodelaciones debido a su inestable número de habitantes. Fue en una de estos rediseños cuando la Ermita de San Isidro fue restaurada y redecorada interiormente al gusto de la época. 

Merece la pena visitar la Bodega del Real Cortijo, de Carlos III, que fue mandada construir por el rey en 1782 para proveer de vino a la Casa real. Se trata de una larga construcción con varios metros de longitud y anchura, formada por una serie de pórticos, arcos y enormes columnas de ladrillo sobre las cuales descansan unas grandes bóvedas que cubren de majestuosidad la nave central.

En este recinto se encuentran una serie de galerías subterráneas que recorren todo el subsuelo de esta localidad, concebidas para guardar el vino en las múltiples tinajas que allí se encuentran, y para poder moverse por ellas se instalaron una serie de tragaluces que daban al exterior y que a la vez servían como respiraderos para oxigenar como es debido este santuario de tan deliciosos caldos como los que allí se llevan elaborando desde hace muchos años.

El lagar tiene 900 m2 en una nave neoclásica abovedada y la bodega subterránea una superficie de 2500 m2 que recorre casi medio kilómetro de longitud bajo el pueblo del Real Cortijo de San Isidro.

Más información en la Oficina de Turismo: Teléfono: 918 91 04 27. Martes a Domingo de 10-14 horas. Aranjuez. Madrid.